El ladrón de almas

El ladrón de almas

miércoles, 18 de abril de 2012

"Aroma de Jazmines", de Elena Bragado, por María del Pino.

Tuve el placer de conocer, gracias a un amigo en común (el cantante Andrés Cantina), a la escritora Elena Bragado. Así comenzó nuestra amistad hasta que, en un viaje a Madrid, pudimos vernos personalmente e intercambiar una de nuestras novelas. Novela de la que hablaré en este post.

Me ha gustado. Es una obra sencilla, humilde y muy humana. Cuenta las cosas con gracia y hace que le cojas cariño a los personajes muy rápido.
Por lo que he podido leer y conocer de Elena, su tipo de escritura es de aquellas que te llegan al corazón y te acercan a los personajes. Se nota que en su escritura el romanticismo está presente. Eso sí, no llega a ser empalagosa. El amor está en la justa medida de la vida de cualquiera de nosotros.
Con su libro, además, ha logrado hacer que algo sencillo como lo que es una historia realista que nosotros mismos hemos podido vivir, o podemos hacerlo, nos llegue dentro, nos entusiasme y entretenga.

La escritora nos presenta varios personajes. Cada uno es muy diferente al otro, pero todos -o todos menos uno, bajo mi punto de vista- con un eje central común: la bondad. Eso es lo que más me ha llamado la atención. Podría decirse que son buenos a la vez que humanos, por lo que pueden llegar a ponerse celosos, a caer ante las tentaciones carnales o... ¿por qué no?, también pueden pensar mal. Ceden ante todos los obstáculos que Elena les pone sin perder su esencia de ternura y remordimiento.

La autora nos cuenta en "Aroma de Jazmines" la historia de un extranjero que viene a España y se enamora de Córdoba. Eso ocurre gracias a una cordobesa típica del lugar. Entre el arte y el aroma de jazmines que la chica emana de su cabello, encandilan al hombre hasta tal punto que, aun en su patria, él no deja de pensar en ella. Carmen -la protagonista- también se queda prendada del Inglés. La novela desarrolla y narra la distancia y todas las desavenencias y contratiempos que ocurren hasta su reencuentro.
Su final es emotivo. Como ya he comentado, es una historia tan real y sencilla que nos podría ocurrir a cualquiera. Tanto es así que, lo trágico y lo carismático que leemos en ella, nos afecta de una manera especial.

Se lee fácilmente y rápido. Además, te adentras sin darte cuenta en la trama y paseas por las Cruces de Córdoba y sus alrededores con soltura. Así que tanto el que vive por la ciudad, como el que es de ella o el que no sabe nada de sus parajes, puede ver que su descripción es sutil, entretenida y para nada aburrida.

        


ENHORABUENA, ELENA.
Te deseo muchos éxitos.



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Por María del Pino.